Ravioli rellenos de gambas al curry con confitura de tomate

La receta de ravioli de hoy es toda una delicia. Si eres un amante del curry, no dejes de descubrir esta receta que es un regalo para nuestros sentidos. Ya te advierto que es una receta algo laboriosa, pero valdrá la pena sorprender a los invitados.

Para empezar, prepara la masa de los ravioli, siguiendo los pasos que explico en el enlace «Cómo preparar masa para los ravioli«. Reserva la masa.

A continuación, prepara el relleno de los ravioli:

  • En una sartén con mantequilla, sofríe media cebolla cortada en trocitos.
  • Cuando observes la cebolla transparente, añádele la harina, mezclando y removiendo bien durante 1 minuto.
  • Incorpora las gambas bien picadas, sal y el curry a tu gusto.
  • Dale un par de vueltas y agrega la leche removiendo bien con unas varillas.
  • Deja cocer hasta lograr una bechamel.
  • Salpimenta y aparta.

Para la confitura del tomate:

  • Pela los tomates con un pelador y córtalos a cuartos.
  • Saca el agua sobrante y las semillas y córtalos en daditos.
  • Colócalos en un cazo con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y añádele el azúcar, la vaina de vainilla abierta por la mitad y unas gotas de limón.
  • Ponlo a fuego alto y cuando hierva baja el fuego a medio-bajo.
  • Cocina durante aproximadamente 30 minutos removiendo de vez en cuando.
  • Cuando observes que empieza a tener textura de mermelada, apaga el fuego.
  • Cuela el resultado pasándolo por un colador de malla y aprovecha su jugo para la elaboración de la salsa.

Procede a montar los ravioli, disponiendo de una de las tiras donde harás montoncitos con el relleno que habías elaborado, teniendo cuidado de cortarlos y sellarlos bien con huevo para evitar que se abran durante la cocción.

En una olla con abundante agua, aceite, sal y unas ramitas de azafrán, añade los ravioli y déjalos hervir durante unos 3 minutos.

Para la salsa:

  • Pela las gambas.
  • En un cazo, pon el líquido del tomate anterior y caliéntalo.
  • Añade las cabezas y las pieles y aplástalas con ayuda de un tenedor.
  • Añade un chorrito de coñac y un chorrito de agua hasta cubrirlo por la mitad.
  • Añade sal y deja que hierva un par de minutos.
  • Tritúralo todo con el batidor de mano o la batidora.
  • Pásalo por el chino y después por el colador fino de malla, recuperando el jugo limpio.
  • Este jugo lo vuelves a poner en un cazo y lo calientas, mientras pones un poco de leche fría en una taza de café y una cucharadita de maizena, mezclándolo bien.
  • Ve añadiendo poco a poco primero una cucharadita de esta mezcla y remueve la salsa y si ves que aún no tiene textura de salsa, vuelve a poner una cucharada y vuelve remover, así hasta conseguir la textura de salsa un poco ligera.
  • Reserva.

Prepara los platos de la siguiente forma: precaliéntalos antes de servir. Con ayuda de un pincel traza un lecho de la confitura de tomate en el plato y coloca los ravioli sobre este lecho. Sobre los ravioli, un poquito de tomat, y decora con unas hojas de albahaca.

¡Bon apetit!

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