Raviolis de queso con salsa de tomate

Para amantes del queso, nada como unos raviolis de queso que se deshacen en la boca con una sencilla salsa de tomate que hará que explotes de placer.

Una receta muy rápida y sencilla para esos días en los que quieres comer bien pero apenas tienes tiempo para hacer la comida.

¡Vamos allá!

Ingredientes para los raviolis de queso con salsa de tomate

Apunta porque solo vas a necesitar unos sencillos y económicos ingredientes:

  • Para la pasta:
    • 2 tazas de harina
    • 3 huevos grandes
    • 1 cucharadita de sal
    • Agua (si es necesario)
  • Para el relleno:
    • 1 taza de queso ricotta
    • 1 taza de queso parmesano rallado
    • 1 huevo
    • 1 cucharadita de sal
    • 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
    • 1 cucharadita de orégano seco
  • Para la salsa:
    • 2 tazas de tomate triturado
    • 2 dientes de ajo picados
    • 1/4 taza de aceite de oliva
    • 1/2 cucharadita de sal
    • 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
    • 1 cucharadita de azúcar
    • 1 cucharadita de orégano seco
raviolis de queso

Preparación de los raviolis de queso

Sigue los siguientes pasos para hacer estos rápidos y sencillos raviolis de queso:

  1. Para hacer la masa de pasta, coloca la harina en un tazón grande y haz un agujero en el centro. Agrega los huevos y la sal al agujero y mezcla con un tenedor hasta que estén combinados.
  2. Amasa la masa durante unos minutos hasta que esté suave y elástica. Si está demasiado seca, agrega un poco de agua. Si está demasiado húmeda, agrega un poco más de harina. Cubre la masa con plástico y déjala reposar durante al menos 30 minutos.
  3. Para hacer el relleno, combina el queso ricotta, el queso parmesano, el huevo, la sal, la pimienta y el orégano en un tazón grande. Mezcla bien hasta que estén combinados.
  4. Divide la masa en dos partes iguales. Toma una de las mitades y extiéndela con un rodillo hasta que esté lo suficientemente delgada para pasarla por la máquina de pasta. Si no tienes una máquina, puedes extenderla con el rodillo hasta que tenga un grosor de 2-3 mm.
  5. Coloca la pasta extendida sobre una superficie enharinada. Usa un cortador de pasta o un cuchillo afilado para cortar la pasta en cuadrados de 7-8 cm de lado.
  6. Coloca una cucharada del relleno en el centro de cada cuadrado de pasta. Dóblalos por la mitad para formar un triángulo. Usa los dedos para presionar los bordes juntos y sellar el relleno dentro.
  7. Para hacer la salsa, calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Agrega el ajo y saltea hasta que esté fragante, pero no dorado.
  8. Agrega el tomate triturado, la sal, la pimienta, el azúcar y el orégano a la sartén. Revuelve para combinar. Reduce el fuego y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos 10-15 minutos, o hasta que se espese y adquiera la consistencia deseada.
  9. Rectifica el sabor y ajusta la cantidad de sal y pimienta si es necesario.
  10. Llena una olla grande con agua y llévala a ebullición a fuego alto.
  11. Agrega una cucharada de sal al agua hirviendo.
  12. Agrega los raviolis de queso en el agua hirviendo con cuidado para evitar salpicaduras. Asegúrate de no sobrecargar la olla y de que los raviolis tengan suficiente espacio para moverse libremente.
  13. Revuelve los raviolis de queso suavemente para evitar que se peguen entre sí o al fondo de la olla.
  14. Deja que los raviolis de queso hiervan durante unos 3-4 minutos.
  15. Para asegurarte de que los raviolis de queso estén listos, sácalos con una espumadera y pruébalos. Deben estar al dente, es decir, cocidos pero aún un poco firmes al morder.
  16. Una vez que los raviolis de queso estén cocidos al dente, retira la olla del fuego y cuela los raviolis en un colador.
  17. Sirve los raviolis de queso calientes y agrégales la salsa, decorando con hojas frescas de albahaca y un poco de queso parmesano rallado.

¡No me digas que no se te hace la boca agua!

¡Muy buen provecho!

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