Muchos cocinillas se preguntan cómo cocinar raviolis para que queden igualitos que si los cocinara un chef, por eso, hoy vamos a dedicar este artículo a desentrañar todos los trucos para que hacer unos raviolis perfectos.
Cómo cocinar raviolis
Cualquiera que cocine lo mínimo, podrá pensar que cocinar los raviolis es tan sencillo como ponerlos a hervir en agua, dejarlos cocer el tiempo que necesiten para estar al dente y servirlos con su salsa, ¿verdad?
Pero si queremos conseguir unos raviolis inolvidables, debemos tener en cuenta desde su elaboración hasta su forma de servirlos en plato.
Por eso, te vamos a listar una serie de consejos que te van a ser de muchísimo utilidad para conseguir que seas el rey o la reina de los raviolis.
¡Vamos allá!
El secreto está en la masa
Antes de cocinar los ravioli, es importante prestar atención a la masa. Apunta estos trucos que no debes pasar por alto a la hora de preparar la masa para los raviolis:
- Trabaja la masa hasta que esté perfectamente uniforme. No te canses de amasar, y amasa con cariño. La textura es muy importante en este punto.
- Ojo a las cantidades: la masa para los raviolis perfectos es un huevo que debe estar a temperatura ambiente (por lo tanto no lo añadas directamente de la nevera) por cada 100 gramos de harina.
- Y la harina, si la puedes tamizar mucho mejor porque a la hora de trabajarla será más uniforme y conseguirás una textura de ensueño.
- Una vez tengas la masa preparada, hazla bola y métela en la nevera durante 30 minutos envuelta en papel film.
- Para hacer los raviolis y que queden perfectos, nada mejor que hacerlos en una raviolera o utilizando moldes para ravioli.
El secreto está en la cocción
En este punto es donde la mayoría falla: o bien porque enjuaga los ravioli cuando los cuela bajo el chorro de agua del grifo, o bien, porque añade aceite a la cocción.
Ahí van un puñado de trucos:
- No escatimes con la olla. La pasta, en general, y los ravioli, en particular, necesitan de una buena cantidad de agua para evitar que se adhieran unos con otros. Por tanto, coloca una buena olla de agua a fuego máximo.
- Cuando el agua empiece a hervir echa sal. La cocción se cortará y es entonces cuando vuelva a hervir cuando es el momento de echar los raviolis.
- Echa los raviolis uno a uno, no de golpe para permitir que se humedezcan antes de que se peguen entre ellos.
- Deja los ravioli hervir durante 3 minutos hasta que queden al dente y ve removiendo el agua de vez en cuando para evitar que éstos se peguen al fondo.
Algún que otro chef utiliza un truco muy curioso: conservan una parte del agua de la cocción para añadirla y quitarle espesor a la salsa que luego preparan.
De esta forma se consigue un sabor mucho más armónico al conjunto de la receta. ¿Lo has probado?
Hora de emplatar los ravioli
Hay un truco que muchos no tenemos en cuenta a la hora de emplatar los ravioli.
Normalmente, se cuecen los ravioli al dente, se sirven en el plato, y se echa la salsa para raviolis por encima. Pero, ¿qué pasa?
Que el calor de la salsa, ablanda los ravioli y ya no los podemos disfrutar al dente.
Para ello, sirve los ravioli un minuto antes de que acabe sus cocción y al echar la salsa, y con el calor de la misma, acabarán de cocerse quedando al dente.
El secreto de los italianos
Uno de los secretos de cualquier cocinero o cocinera italiana es el uso de ingredientes frescos en todo momento.
Por ejemplo, ¿sabías que en los supermercados italianos no existe el tomate frito?
Para los italianos preparar cualquier salsa que lleve tomate con tomate preparado es poco más que un sacrilegio.
Por eso, desde la pasta, hasta los ingredientes, las especias, todo, debe ser fresco.