La innovación en el ravioli llega de la mano del chocolate. Esta deliciosa receta es un regalo para nuestros sentidos. Disfrútala elaborándola y difrútala saboreándola.
Pasos para preparar la masa del ravioli, que esta vez es diferente a la habitual:
- Tamiza la harina junto al chocolate en polvo, la sal y el azúcar. Tamízalo todo sobre la mesa de trabajo.
- Haz un hueco en el centro del montón que has tamizado y echa los huevos y el aceite. Trabaja con los dedos la masa, amasando durante unos 10 minutos mínimo, para que la masa del ravioli quede elástica y no se deshaga cuando realices la cocción de los mismos.
- Tápala con papel film y déjala reposar 30 minutos.
Pasos para preparar el relleno:
- Funde el chocolate al baño María (es decir, pon el chocolate en un bol y deja el bol dentro de una cacerola con agua hirviendo, ve removiendo el chocolate hasta su completo fundido). Después deja que se enfríe.
- En un bol, bate la crema de queso. Una vez batida, incorpora el chocolate y un huevo.
- Prepara las tiras de la masa, ya sabes: dos tiras largas sobre una superficie enharinada y empieza a hacer los montoncitos del relleno en una de las tiras. Respeta la separación entre los montones para que puedas hacer el corte de los raviolis sin que quede muy apurado.
- Te recomiendo que te hagas con una manga pastelera o similar, la rellenes con el relleno que acabas de elaborar, y hagas los montoncitos de los ravioli.
- Sella con la otra tira de la masa, presionando con los dedos alrededor de cada montón, y con la rueda dentada realiza los cortes de los ravioli.
- Bate un huevo y con un pincel pastelero, unta todos los ravioli con el huevo batido.
- Deja reposando los ravioli durante una hora en una superficie enharinada.
- Lleva a ebullición una olla con agua y un chorrito de aceite para evitar que los ravioli se peguen. Déjalos cocer durante 3-5 minutos a fuego lento y retíralos con una espumadera.
- Sírvelos acompañados de crema de leche y chocolate rallado.
Aunque es una receta de ravioli algo laboriosa, el resultado vale la pena.