admin La salsa de tomate italiana, conocida como «salsa di pomodoro» en italiano, es un elemento fundamental en la cocina italiana y se utiliza muchísimo para presentar un buen plato de raviolis.
Sin embargo, la salsa di pomodoro se utiliza también en una amplia variedad de platos, como otras pastas, pizza, lasaña y muchas otras recetas.
De ahí, que hoy este artículo sea exclusivamente para aprender la receta de salsa di pomodoro, sin duda, la salsa italiana más famosa y común.
¡Prepara el delantal que salimos!
Salsa di pomodoro: receta paso a paso
Anota en tu lista de la compra los ingredientes que vas a necesitar para la elaboración de la salsa de tomate italiana.
Ingredientes
- Tomates maduros (preferiblemente variedades como San Marzano o Roma, que son ideales para hacer salsa de tomate)
- Aceite de oliva extra virgen
- Cebolla (opcional)
- Ajo (opcional)
- Albahaca fresca (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Azúcar (opcional, para equilibrar la acidez de los tomates)
- Vino tinto (opcional)
Preparación
- Lava los tomates y córtales una «X» poco profunda en la parte inferior.
- Hierve una olla grande de agua y sumerge los tomates en agua hirviendo durante aproximadamente 30 segundos. Luego, retira los tomates y enjuágalos con agua fría. Esto facilitará pelar los tomates.
- Pela los tomates, quita las semillas y corta la pulpa en trozos pequeños.
- En una cacerola grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Si lo deseas, puedes agregar cebolla y ajo picados para darle sabor a la salsa. Cocina la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos y fragantes.
- Agrega los tomates picados a la cacerola y cocina a fuego medio-bajo durante aproximadamente 20-30 minutos. Durante la cocción, revuelve ocasionalmente y aplasta los tomates con una cuchara de madera para obtener una consistencia más suave.
- Si la salsa está demasiado ácida, puedes agregar una pizca de azúcar para equilibrar el sabor. También puedes agregar albahaca fresca picada para darle un toque de sabor adicional.
- Opcionalmente, puedes agregar un poco de vino tinto para dar profundidad de sabor a la salsa. Cocina durante unos minutos adicionales para que el alcohol se evapore.
- Añade sal y pimienta al gusto.
- Cocina la salsa a fuego lento durante un tiempo adicional si deseas que los sabores se mezclen aún más.
Una vez que la salsa haya alcanzado la consistencia deseada y los sabores se hayan desarrollado, estará lista para comer.
Puedes utilizarla para acompañar tus raviolis, tu pasta favorita, como base para pizzas, en lasañas o en otras recetas italianas.
¡Buon appetito!
Cómo conservar la salsa di pomodoro
La salsa de tomate italiana, o salsa di pomodoro, se puede conservar de varias maneras para que dure más tiempo y se mantenga fresca.
Te dejo algunas formas de conservarla para que puedas echar mano de ella siempre que lo necesites.
Refrigeración
- Después de cocinar la salsa, déjala enfriar a temperatura ambiente.
- Luego, transfiere la salsa a un recipiente hermético y guárdala en la nevera.
- La salsa de tomate casera se mantendrá bien en el refrigerador durante aproximadamente 3 a 5 días.
Congelación
- La congelación es una excelente manera de conservar la salsa de tomate durante un período más prolongado.
- Espera a que la salsa se enfríe a temperatura ambiente y luego colócala en recipientes aptos para congelar, dejando un poco de espacio en la parte superior para permitir la expansión durante la congelación.
- Puedes congelar la salsa en porciones individuales o en lotes más grandes, según tus necesidades.
- Etiqueta los recipientes con la fecha de congelación.
- La salsa de tomate se puede mantener en el congelador durante aproximadamente 3 a 6 meses sin que pierda su calidad.
Enlatado (conservación a largo plazo)
- Si deseas conservar grandes cantidades de salsa de tomate para uso a largo plazo, puedes optar por enlatarla en frascos de vidrio siguiendo las pautas de envasado al vacío.
- Este proceso implica esterilizar frascos, llenarlos con salsa caliente, sellarlos herméticamente y luego procesarlos en un baño de agua hirviendo.
- Asegúrate de seguir las pautas de enlatado y seguridad alimentaria para evitar el crecimiento de bacterias y conservar la salsa de manera segura durante un año o más.
Recuerda que al descongelar la salsa congelada, es mejor hacerlo en el refrigerador para mantener su calidad.
Una vez que la salsa de tomate se ha descongelado o refrigerado, caliéntala antes de su consumo y verifica su sabor y aroma antes de usarla en tus recetas.
¡Ya me comentarás qué tan buena te ha salido!
Origen de la salsa de tomate italiana
La salsa de tomate, conocida como «salsa di pomodoro» en italiano, tiene sus orígenes en las Américas, específicamente en América del Sur y Central, donde el tomate es originario.
Los tomates fueron llevados a Europa por los exploradores españoles y portugueses en el siglo XVI, después de que Cristóbal Colón los descubriera en América durante su viaje de 1492.
Los tomates se incorporaron gradualmente a la cocina europea, pero inicialmente se consideraron sospechosos y, en algunos casos, se consideraban venenosos debido a su relación con plantas tóxicas de la misma familia, como la belladona.
Sin embargo, con el tiempo, los tomates se popularizaron en la gastronomía europea.
La primera referencia documentada de una salsa de tomate se encuentra en un libro de cocina italiano llamado «Lo Scalco alla Moderna» escrito por Antonio Latini en 1692.
Esta receta temprana se diferenciaría mucho de la salsa de tomate que conocemos hoy, ya que los tomates eran utilizados de manera muy diferente en ese momento.
La salsa de tomate en su forma moderna, tal como la conocemos en la cocina italiana, comenzó a desarrollarse en el siglo XIX, cuando los cocineros italianos comenzaron a experimentar con los tomates y a perfeccionar la técnica de preparación de la salsa de tomate que se ha vuelto tan icónica en la cocina italiana.
A medida que la popularidad de la salsa de tomate creció en Italia, se convirtió en un elemento esencial en la cocina italiana tradicional y se extendió a todo el mundo como una base para una amplia variedad de platos, como la pasta, la pizza y mucho más.
Hoy en día, la salsa de tomate es un elemento clave en la cocina italiana y se ha adaptado y variado en muchas formas en todo el mundo para crear una variedad de salsas de tomate regionales y estilos culinarios únicos.
